Guía completa por La Habana, Cuba
Hola aventureros y bienvenidos a otro episodio a la Maasberg!
Como saben, hace poco visité Cuba por primera vez, resultando ser un viaje increíble, lleno de aventuras y contrastes. En este post, les comparto los sitios que recorrí y un itinerario totalmente posible para pasar 4 días increíbles en La Habana – así que prepara tus maletas y tu pasaporte para un viaje al pasado y una inmersión cultural que nunca olvidarás… ¡Que viva Cuba Libre!
Día 1: Viernes
En La Habana – como en cualquier otra ciudad – hay distintas zonas y barrios, cada uno con un encanto y peculiaridad. Les recomiendo quedarse en el barrio del Vedado, hay muchas opciones de hospedaje, restaurantes y vida nocturna.
Basado en mi genuina experiencia – Hotel Chile Habanero – tiene todo para que pases una estancia asombrosa…personal muy amable, habitación cómoda y desayuno incluido. Sólo tiene 7 habitaciones, por lo que reserva con anticipación.
Desde aquí, puedes realizar las siguientes actividades:
Explorar la Universidad de La Habana, tiene una muy bonita arquitectura y una vista desde la altura del barrio. Siempre es interesante explorar los pasillos de la universidad y observar a los estudiantes en los jardines interiores entre los edificios. Por la tarde, la luz aquí es muy bonita para tomar fotos con diferentes ángulos y perspectivas.
Después, camina unos 5 minutos y disfruta un helado en la famosa heladería Coppelia. El sabor más rico es el de naranja-mango. Personal no tan amable, pero sabor genuinamente delicioso.
Continuando el recorrido, baja al Malecón y camina un poco. Nada más hermoso que ver el atardecer desde el mar. En este punto no verás al sol ocultarse, pero si observarás un atardecer lleno de color, así como gente paseando y terminando su día relajado con amigos o pareja.
Al caer la noche, puedes cenar en alguno de los restaurantes de la zona, así como salir a un bar de jazz como el gato tuerto con música en vivo.
Día 2: Sábado
Levántate muy temprano, desayuna y prepara tu mochila con tu cámara, snacks y botella con agua, para recorrer la zona de La Habana Vieja. Este barrio es el más turístico de la zona, pero no por eso significa que no tenga un encanto real. Desde el imponente Capitolio, los bares más famosos, calles llenas de color, iglesias, plazas y personas por doquier, Habana Vieja es la postal mental que mantendrás en tu mente como recuerdo de este viaje.
Comienza el recorrido temprano y pasea alrededor del Capitolio. Este imponente edificio gubernamental es un punto arquitectónico muy importante de la ciudad. Los jardines laterales son muy bonitos y la vista frontal de la cúpula y los escalones blancos son impresionantes. De manera muy personal, esto me hizo reflexionar acerca del poder que el gobierno tiene en la isla… just saying!
Después, conoce las 4 plazas principales, puedes seguir la Ruta de las Plazas, para no perder ningún punto de interés:
Plaza de las Armas:
– El templete
– Biblioteca Pública Rubén Martínez Villena
– Palacio de los Capitanes Generales ($3 CUC)
– Palacio del Segundo Cabo
– Castillo de la Real Fuerza ($2 CUC)
Plaza Vieja:
– Palacio Cueto
– Palacio del Conde de San Juan de Jaruco
Plaza de la Catedral:
– Catedral de San Cristóbal
Plaza San Francisco de Asís:
– Fuente de los Leones
– Terminal Sierra Maestra
– Palacio del Marqués de San Felipe y Santiago de Bejucal
Observa, decide que llama más tu atención y dedícale el tiempo a explorar que veas necesario. Hay muchos puntos de interés que ver, por lo que deberás decidir algunos de ellos para lograr el máximo de tu día. Aun así, pasear a través de esta ruta te permitirá ver lo más importante y visitar el interior de alguno de los edificios o museos que se encuentran en esta zona.
A medio día, pasa a comer un sandwich y refréscate con una copa de vino o una bebida en el Café Habana, que se encuentra sobre el corredor peatonal Mercaderes. Aquí conocí a dos músicos súper amables, ambos me cantaron con su guitarra y su maraca una muy bonita canción de cumpleaños e hicieron nuestra comida un tiempo muy ameno, platicándonos de su Cuba querida, así como preguntas de algunas ciudades mexicanas. El lugar es sencillo pero genuinamente rico, no te lo pierdas durante tu recorrido por las plazas de La Habana Vieja.
Por la tarde, visita el Museo de la Revolución. Ubicado en el antiguo Palacio Presidencial, este museo cuenta con 3 pisos de exposiciones muy detalladas de las diferentes actividades que se llevaron a cabo para derrocar la dictadura de Batista, así como hablar de los principales participantes de la Revolución Cubana – el ‘Che Guevara y Camilo Cienfuegos – quienes fueron parte medular de la operación militar. El museo no es interactivo, pero cuenta con un distintas exposiciones de carteles, representaciones con estatuas y vitrinas con material de combate utilizado así como fotografías que narran las distintas batallas llevadas a cabo. Es muy clara la oposición en contra del gobierno estadounidense en el museo – incluso llegué a dudar de muchas de las afirmaciones que ahí citaban. Es interesante conocer parte de la historia de la isla y su válido punto de vista – ten esto en mente al visitar el museo. Algunas consideraciones importantes en el museo:
- La vista desde el tercer piso es muy bonita.
- No hay asientos para descansar, todas las lecturas se hacen de pie.
- Me tomó un tiempo de 2 horas recorrerlo completo y leer mucha de la información expuesta.
- Ticket de entrada $6 CUC
- Horarios: 10 am – 5 pm
- Tienen un salón de espejos increíblemente hermoso (y perfecto para las selfies)
Del museo puedes caminar a la Plaza de 13 de marzo a descansar en alguna banca y ver la gente pasar. Desde aquí puedes ver un poco del Castillo de San Juan Salvador, el palacio Velasco Sarrá (embajada española) y el monumento a Máximo Gómez. Después, decidimos ir por un mojito al popular sitio La Bodeguita del Medio – que más allá de ser muy popular entre los turistas y siempre siempre estar llena de gente, reflejan la tradición del lugar y sin lugar a dudas, EL MEJOR MOJITO de la isla.
Como parte de mi celebración de cumpleaños, decidí que tomaría un tour por la ciudad en un auto antiguo – que es la actividad más turística de toda la ciudad, pero algo que en definitiva no realizas en casi ninguna otra ciudad del planeta. El punto donde encontrarán más opciones es justo en el Parque Central – en contraesquina del Capitolio. Los autos estadounidenses los encuentras en todos colores – rosas, azules, morados, rojos, etc – el que yo seleccioné fue un Chevrolet descapotable rojo con interiores en blanco. El auto estaba impecablemente limpio y cuidado. Intentaron vendernos el tour a $60 CUC, pero no te dejes engañar, en todos los sitios donde preguntamos, el precio promedio era de $50 CUC por 1 hora y $30 CUC por 30 min. Después de negociar el precio nos subimos con nuestro guía y conductor, quien nos platicó algunos datos curiosos acerca de las iglesias en la ciudad y su perspectiva de los sitios de interés de los habitantes. Un dato muy curioso fue descubrir un barrio chino ahí – con la peculiaridad de no vender comida china hahaha. Los datos históricos que nos dio fueron un poco vagos, pero el momento fue muy ameno y el guía fue súper amable – incluso nos regaló un billete del ‘Che Guevara (con valor de $3 pesos cubanos). Recorrimos el centro, la Monumento de La Revolución, El Barrio del Vedado y nos dejó en nuestra siguiente locación…
Para terminar el día, fuimos a uno de los clubs de música y arte más nuevos de la ciudad – FAC (Fábrica de Arte Cubano). ¡El concepto del lugar es muy loco! – se trata de una antigua bodega industrial convertida en centro de exposiciones. Dentro del lugar encontrarás distintas puestas en escena artísticas, fotografías, pinturas, música en vivo, más de 3 bares interiores, pequeñas esquinitas con demostraciones de talleres y arte local por donde voltees. Algunas de las obras están a la venta, por lo que puedes preguntar si estás interesado y apoyar el arte cubano. La pasamos de lujo aquí y nos divertimos mucho recorriendo todos los pisos y salones & muchos mojitos también. Es muy importante que prestes atención a esto -el sitio abre a las 8 pm y se llena rápidamente, por lo que llega temprano y evita la línea de espera de más de 200 personas (el lugar tiene un cupo máximo y no te dejan pasar si este llega a ese número, por lo que puedes esperar para entrar más de 40-50 minutos). Desde la entrada, pagarás $3 CUC y te entregarán una tarjeta – que no debes perder por nada del mundo – si quieres consumir un trago o comprar comida, en los bares te pondrán un sello por cada consumo que hayas realizado y antes de salir, debes pagar el total de tu cuenta. Si pierdes la tarjeta, hay una pago forzoso de $40 CUC, así que no la pierdas y listo. Los tragos están entre $3 y $5 CUC cada uno. Pásala increíble aquí bailando, viendo desfiles de moda, tomando mojitos y disfrutando tu tiempo en La Habana. Por último, el sitio es muy concurrido por turistas, por lo que será un espacio intercultural muy interesante de ver y experimentar.
Saludos a nuestros amigos Daniel de Italia y Fátima de Trinidad, Cuba – pasamos un tiempo muy divertido explorando donde cenar y conociendo un poco de su historia juntos, así como puntos de vista viajeros muy interesantes. Buenas vibras en donde quiera que anden y un saludo enorme si alguna vez leen este post 🙂
Día 3: Domingo
Muy cansados por la noche de fiesta que tuvimos un día atrás y una larga caminata hasta nuestro hotel, el domingo nos despertamos un poco más tarde y decidimos que sería día de playa y una pequeña exploración por el casco antiguo de La Habana.
Caminamos por el malecón unos 35 minutos hasta llegar al Castillo de San Juan Salvador. Nuestro objetivo era visitar el Fuerte de los 3 Morros, pero por su ubicación, tuvimos que tomar un taxi ya que debíamos cruzar un túnel y desconocíamos de que otra manera llegar. Nos cobró $8 CUC por un ride de sólo 2 minutos – por lo que completamente sentí que el costo fue atrapa turistas 🙁
El ticket de entrada al fuerte costó $6 CUC. Dentro del fuerte tienes la posibilidad de recorrer diferentes áreas, como las antiguas celdas para prisioneros, el casco principal con los cañones apuntando a los enemigos y la plataforma con el imponente Faro. La vista desde este sitio es magnífica y te permite apreciar La Habana desde una perspectiva diferente, con el mar por delante y al fondo los edificios y malecón que recorren gran parte de la ciudad. Las fotos aquí son muy bonitas – pues el contraste generado entre la roca y paredes con el mar azul y la ciudad de fondo, dan un efecto muy especial y me hacen pensar en las épocas de piratas y batallas marítimas.
Al salir, el mismo taxi que nos llevó decidió esperarnos por si necesitábamos de su ayuda, el gesto fue amable pero era nuestra única opción, ya que el resto de personas llegó en su propio tour o en auto antiguo rentado. Le pedimos nos llevara al parque central y pagamos $10 CUC 🙁 que también me pareció caro al tratarse de un ride de solo 5 minutos y unos 2 km.
En parque central la aventura esperaba para nuestro siguiente destino: ¡LA PLAYA!
Desde aquí, tomamos un autobús justo en frente del Gran Teatro de La Habana “Alícia Alonso”. Este autobús te lleva desde La Habana a la región de Playas del Este, a sólo uno 40 minutos de la ciudad. El costo de este autobús fue de $5 CUC por un viaje redondo el mismo día. Disfrutando del paisaje en el camino, nosotros no bajamos en Playa Santa María del Mar. La playa aquí es hermosa, arena blanca y agua turquesa – de verdad fue el paraíso. No había restaurantes cerca, únicamente casas de habitantes de la zona. Descansamos y tomamos el sol aquí por alrededor de 3 horas. El día que fuimos había muchas medusas azules, por lo que decidimos no estar en el agua por mucho tiempo, hay que tener cuidado de estos avisos y seguir las indicaciones. A pesar de ser una playa muy bonita, con tristeza vi basura y plástico por todos lados. Rescate un par de artículos flotando en el agua y al salir de la playa, reuní alrededor de 2-3 Kg de basura para tirarla en el contenedor adecuado. ¡Seamos viajeros responsables y cuidemos de nuestro hermoso planeta!
Al regresar a La Habana, paseamos un poco más por La Habana Vieja y entramos al famoso bar La Floridita a probar un delicioso Daikirí de mango. En este sitio los baristas son como estrellas de rock, toda la gente se tomaba fotos con ellos. La música en vivo del lugar, la gente bailando, la estatua de Ernest Hemingway y los refrescantes daikirís del lugar hacen de La Floridita una parada forzosa en tu visita a La Habana.
Por la noche, intentamos terminar el día en un restaurante muy famoso llamado La Guarida, pero al llegar descubrimos que teníamos que haber hecho una reservación, ya que estaba todo lleno por esa noche 🙁 subimos al bar para ver la vista desde ahí y terminamos cenando en un restaurancito a unas cuadras del lugar. La entrada a la guarida da pinta de ser un sitio descuidado, pero es sólo parte del encanto al subir al tercer piso y descubrir algo totalmente distinto.
Día 4: Lunes
Nuestro último día en La Habana. Desayunamos temprano en nuestro hotel y nos fuimos a explorar el famosísimo Hotel Nacional. Este sitio es muy popular ya que ha hospedado a grandes personalidades de Hollywood, así como artistas y presidentes de otros países. Si no te hospedas aquí – como nosotros – puedes entrar sin problema para explorar las áreas comunes del hotel, sus jardines y la vista al mar que te ofrece. Puedes hacer un tour guiado por $10 CUC o sólo visitar el bar y pasar por tu último mojito. Unos 35 minutos aquí son suficientes para recorrerlos por tu cuenta. Te sorprenderá ver los cañones que apuntan hacia el mar y descubrir una serie de cuevas en donde en algún momento de la historia, hubo gente escondiéndose y luchando en batallas llevadas a cabo en la isla.
Regresamos por nuestras maletas y nos dirigimos al último punto de nuestra aventura: Fusterlandia.
Tomamos un taxi particular pequeñito por sólo $15 CUC – el recorrido fue de unos 14 km, por lo que el precio me pareció justo. El chofer y su amigo nos ofrecieron el servicio de esperarnos y llevarnos al aeropuerto, además que de que podían cuidar nuestras maletas mientras explorábamos. A pesar de verse honestos, decidí no aceptar el ofrecimiento y recorrí el lugar con mi maletita por todos lados – siempre pienso que es mejor ser viajera desconfiada a vivir situaciones incómodas como perder mis pertenencias – pero esto es algo personal que debes decidir en cada país y aventura que vivas.
En fin – Fusterlandia – es una casa decorada con murales hechos con mosaicos, inspirados en la arquitectura de Gaudí en Barcelona. El artista sobrepasó en belleza el lugar con decoraciones en las bardas, terrazas, escaleras y alberca del lugar y el lugar se volvió tan popular, que los vecinos permitieron al artista – José Antonio Rodríguez Fuster – decorar por igual la fachada de sus casas y algunos puntos del barrio. El recorrido aquí es surrealista con mensajes de amor y paz por muchos de los murales. Toma alrededor de 45 minutos recorrer todo el sitio, la entrada es gratis y tienes la posibilidad de comer en el pequeño restaurante del interior. Al salir verás un pequeño puesto ambulante de piñas coladas llamado A lo Cubano – de los hermanos Eddy & Yailel, por mucho LA MEJOR Piña Colada que he probado en mi vida. Una amiga de Florida me recomendó este lugar y en especial la bebida – de verdad tenía razón – por nada nada se pierdan este sitio y este pequeño negocio local, perfecto para refrescarse en este paraíso caribeño.
Nuestro taxi nos llevó al aeropuerto por $25 CUC (el precio promedio de cualquier ride hacia al aeropuerto) y nos embarcamos de regreso a México. El aeropuerto no cuenta con muchas opciones de comida, por lo que te recomiendo almorzar antes de irte. Aprovecha para comprar ron cubano por $6 CUC en el dutty free area y no te preocupes por empacarlo en tu maleta, te lo darán con una bolsita sellada y aprobada por aduanas, así que si tienes conexiones como nosotros, podrás llevarlo contigo sin necesidad de documentar tu maleta.
La aventura en Cuba fue increíble y me dejó muchos aprendizajes personales. Veo mi país de una forma muy distinta y aprecio mucho mas las oportunidades y libertad de la que aun gozamos los mexicanos. ¿Regresaría a Cuba? – ¡ABSOLUTAMENTE! – Me faltaron muchas otras ciudades que explorar, así como conocer más acerca de las tradiciones locales, el eje cafetalero, las playas del sureste de la isla y las diferentes ciudades que hacen de este país algo único en el mundo.
Espero esta guía sea de utilidad en tu paso por La Habana y disfrutes tanto de la ciudad como lo hicimos nosotros. Les dejo algunas de mis fotos favoritas y nos vemos en la siguiente aventura a la Maasberg!
– Cuida el Planeta, Peace.